Un hombre solo en una casa sola
No tiene deseos de encender el fuego
No tiene deseos de dormir o estar despierto
Un hombre solo en una casa enferma.
No tiene deseos de encender el fuego
Y no quiere oír más la palabra Futuro
El vaso de vino se ha marchitado como un magnolio
Y a él no le importa estar dormido o despierto.
La escarcha ha empañado las ventanas
Pero a él sólo le importa mirar la apagada chimenea
Sólo le gustaría tener una copa que le contara una vieja historia
A ese hombre solo en una casa sola.
Una historia como las que oía en su casa natal
Historias que no recuerda como no recuerda que aún está vivo
Ve sólo una copa vacía y una magnolia marchita
Un hombre solo en una casa enferma.
Jorge Teillier
04 septiembre, 2006
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4 comentarios:
Ay Que triste y certero es este texto, un hombre en una casa sola, no puede ser otra cosa que un hombre triste, la casa enferma, un hombre solo.
Te dejo mi saludo Ana Isabel, gracias por la elección, que nos permite sentirnos afortunados y agradecer lo que tenemos
No es bueno que el hombre estè solo. Abrazos.
Precioso texto , un gusto leerlo
Besos
¡Qué bueno Teillier! Es uno de mis poetas chilenos predilectos. Te felicito por colgar ese poema.
Un saludo
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