27 septiembre, 2006

Soneto IV

Recordarás aquella quebrada caprichosa
a donde los aromas palpitantes treparon,
de cuando en cuando un pájaro vestido
con agua y lentitud: traje de invierno.
Recordarás los dones de la tierra:
irascible fragancia, barro de oro,
hierbas del matorral, locas raíces,
sortílegas espinas como espadas.
Recordarás el ramo que trajiste,
ramo de sombra y agua con silencio,
ramo como una piedra con espuma.
Y aquella vez fue como nunca y siempre:
vamos allí donde no espera nada
y hallamos todo lo que está esperando.
Pablo Neruda
Cien sonetos de amor

26 septiembre, 2006

El sabor de la vida en mis papilas


Cuando la vida tiene sabor a gloria, para mí son la parchita y el chocolate quienes le dan ese toque magico a mis días, ese sabor a gloria. Alucinó me interno en mí misma, me convierto en el trozo de chocolate que se derrite en mis manos o el papel que esta manchado, es ese sabor amargo que me invade poco a poco, que no me deja respirar que se desliza en mis días y me deja solo el recuerdo; cuando la vida sabe a gloria me transmuto en el sabor ácido de la parchita y su colorido inunda mi vida, son ellas y ellas son yo. En un deleite inesperado, en el deleite de cada día.

19 septiembre, 2006

100ºC

Escena de la Pelicula Como agua para Chocolate

En la receta básica del chocolate de taza de mi abuela, se encuentra como primer paso dejar hervir el agua, depués agregar la leche batida y por úlitmo el chocolate, para que el mismose derrita y espesé, de inmediato apagarlo, el secreto esta en no dejar de batir para que se derrita por completo el chocolate. Laura Esquivel en su obra Como agua para chocolate, nombre que le hace honor a su obra, pues en ella se encuentra plasmado el placer del hombre, no solo el carnal, sino el placer por el buen vivir, por el buen comer. Entre los capítulos que he leído pues me estoy devorando el libro, por que esta sabroso, hay dos escenas que creo que me han impacto, cada quien tendrá a su manera de ver la vida sus imagenes de esta obra literaria; quien ha leíido la novela sabe que cada capítulo es la descripción de un plato, hay que decir mucho de uno de ellos en especial, Tita como buena cocinera se las ingenea para sustituir cualquier ingrediente que falte pero la cocina no para, Codornicez en petalos de rosas, es el plato que enloquece por completo a Gertrudiz, la hace enamar un olor a rosas que atrae al hombre del cual estaba ilusionada y la lleva a la locura de la vida, lo que yo denomino Vivir la vida Loca, y mientras Tita sufre por el matrinomio de su amado, la otra se entrega a la vida pasional de la vida, cada una a su manera se astrae de ese mundo insensato en el que les toco crecer en el que el juego de la vida las coloco. Otra escena que me ha enamorado, es cuando Tita esta enferma y tiene ese contacto con la abuela de Jhon, ese médico que la libra de el yugo de su nadre, quien la secuestra a la vida normal de los seres humanos, el contacto que tiene Tita con la abuela de Jhon, es el contacto con nuestros ancestros, la abuela de Jhon es esa señora que como muy bien ella lo dice, sabe cocinar, es la sabiduría que se aparece desde el más alla para decirle en este caso a Tita, que la escencia de la cocina la tienen los pueblos, El pastel de Chavela es que es preparado con el desamor en los ojos y hace llorar a todo el mundo una vez que los comensales lo deleitan, esto me da a entender que nuestras preparaciones son en muchos casos-y yo diría en que en casí todos- el reflejo de nuestro estado de animo del amor y dedicación que colocamos en la cocina, cuando nos toca batallar con cuchillos, legumbres y platos; mientras los demás lloraban gracias al Pastel de Chavela, Tita impactada por la declaración de amor de Pedro esta más feliz que nunca, Como Agua para Chocolate, es una novela que me ha envuelto, que me ha incluso aislado un poco de la vida de los blog, pues cada día a la hora que me conectaba a publicar ahora leo un capítulo de la novela a la que ya no le queda nada màs que terminarla mañana para dejarla reposar en la biblioteca de donde la rapte.
¿Y a tí cuáles son las escenas que mas te impactaron de esta novela?
Saludos cordiales a todos los que han pasado por este mi pequeño refugio

17 septiembre, 2006

La patria del racimo

I
La túnica verde

Yo en los caminos,
en los montes anduve.
Las viñas me cubrieron con su túnica verde,
probe el vino y el agua.
En mis manos
voló la harina, rebaló el aceite,
pero
es el pueblo de Italia
la producción más fina de la tierra.
Yo anduve por las fábricas,
conversé con los hombres,
conozco la sonrisa
blanca de los ennegrecidos rostros,
y es como harina dura esa sonrisa:
la áspera tierra es un molino.
Yo anduve
entre los pescadores en las islas,
conozco el canto
de un hombre solo,
solo en las soledades pedregozas,
he subido las redes del pescado,
he visto en las laderas calcinadas
del sur, rascar la entraña
de la tierra más pobre.
He visto el sitio
en que mi amigo el guerrillero Benedetti
inmovil con su explosivo en la mano
dejó allí para siempre
el rostro pero no la sonrisa.
Por todas partes
he tocado
la materia humana
y ese contacto
fue para mí como tierra nutricia.
Yo habia andado mucho
conversando con trajes,
saludando sombreros,
dando la mano a guantes.
Yo anduve entre hombres sin hombres,
mujeres sin mujer,
casas sin puertas.
Italia, la medida
del hombre simple elevada
como el granero al trigo,
acumulando granos,
caudal tesoro puro,
germinación profunda
de la delicadeza y la esperanza.
En las mañanas
la más antigua
de las mujeres, gris color de olivo,
me traía
flores de roca, rosas arrancadas
al difícil perfil de las laderas.
Rosas y aceite verde, eran los dones
que yo recogí, pero
sobre todo
sabiduría y canto
aprendí de tus islas.
Adonde vaya llevaré en mis manos
como si fuera el tacto
de una madera pura,
musical y fragante
que guardaran mis dedos,
el paso de los seres,
la voz y la sustancia,
la lucha y la sonrisa,
las rosas y el aceite,
la tierra, el agua, el vino
de tu tierra y tu pueblo.
Yo no viví con las estatuas rotas
ni con los templos cuya dentadura
cayó en sus antiguas jerarquías.
Yo no viví tampoco
solo el azul y el aroma,
yo recibi las ondas sacudidas
del océano
humano:
en la mayor misería
de los desmantelados arrabales
metí mi corazón
como una red nocturna,
y conozco las lagrimas y el hambre
de los niños,
pero
tambien conozco el paso
de la organización y la victoria.
Yo no deje mi pecho
como una lira inmovíl
deshacerse en dulzura,
sino que camine por las usinas
y sé que el rostro
de Italia cambiará. Toqué en el fondo
la germinación incesante
de la mañana, y espero.
Yo me bañe en las aguas
de un manantial eterno.

Pablo Neruda
Las Uvas y el viento.

14 septiembre, 2006

Las Curiosas Perdices

En lugar de un cuento quiero relatar hoy una autentica historia. Trata de un campesino que, casualmente, capturo dos perdices detrás de un seto. Deseaban que esas perdices fuesen adecuadamente cocinadas. Su mujer era la encargada de prepararlas y darle vueltas en el asador, mientras él iba a ver al párroco para invitarlo a comer. Pero permaneció tanto tiempo dentro de su casa que las perdices alcanzaron su punto optimo para se comidas. La esposa colocó el asador a un lado, corto un trocito de carne y de crujiente piel para probar si las perdices estaban en su punto. Después de catar aquel trocito, ya no lo pudo resistir. Hincó el diente en la primera perdiz y se comió las dos alas. Salio a la calle para ver si su marido regresaba. Como no lo veía por ninguna parte, regreso a la cocina y pensó que no podría servir a nadie una perdiz sin las alas y que lo más sensato era comérsela entera.
Ahora disponía de tiempo para pensar que diría para justificar la falta de una perdiz, y encontró pronto la excusa. Diría que al ir a sacar las perdices del asador había llegado el gato, se la había arrancado de la mano, alojándose inmediatamente con su presa.
Después de haber pensado esta excusa, volvió a salir a la calle para ver si su esposo venía. Comprobó que no se le veía por ninguna parte, pero si pensaba en la segunda perdiz, la boca se le estaba haciendo agua. Y no pudo resistir. No podía pensar en otra cosa y hubiese enloquecido de no poder comer un trocito aunque pequeño de la segunda perdiz. Lo pensó y repensó y puso manos a la obra.
Al animal le cortó el cuello, que comió con hambre casi canina, y a continuación se relamió los diez dedos de las manos. “Pobre de mí”, se lamentaba, “¿qué diré ahora cuando no queda nada de las perdices? Pero ¿qué otra cosa podía hacer si me atosiga el hambre? Sinceramente, me importa poquísimo lo que puedan decir o pensar. ¡Yo me como la segunda perdiz!”.
El campesino permaneció tanto tiempo fuera de casa que la mujer tuvo tiempo para saciar su voraz apetito. Cuando el campesino regreso a su casa, preguntó: “¡Hola! ¿Están las perdices?”.
“¡Que desgracia más grande!”, exclamo su esposa, “nuestra desdicha es muy grande. ¡El gato se las ha comido!”
El campesino, encolerizado, entro como un vendaval en la habitación y se arrojó sobre su esposa, a la que por poco saca los ojos si ella, con voz entrecortada, no le hubiese dicho: “No te lo tomes así. Todo ha sido una broma. ¡Sólo una broma! ¡Desaparece, Satanás!. Las he tapado para que no se enfríen”.
“¡Gracias a Dios! Menos mal”, respondió el marido, “Tú no sabes lo que podría haber hecho contigo. Pero ahora, rápido saca el mejor mantel que tengamos y mi jaspeada jarra de madera. Pondremos la mesa bajo el emparrado en el prado pequeño”.
“Coge primero los cuchillos; ambos necesitan un buen afilado. Puedes afilarlos en la piedra de amolar que hay afuera en el patio”.
El campesino fue al patio con le cuchillo en la mano. En ese preciso instante llegaba el capellán, a quien el campesino había invitado a comer perdices. Se dirigió corriendo hacia la mujer y la abrazo cariñosamente, pero ella se libró, diciéndole: “Huid!, Rápido, ¡huid! Vuestro cuello esta en peligro. Mi esposo acaba de salir para afilar un gran cuchillo. Me ha dicho que si os echa el guante os cortará los testículos”.
“¡Por el amor de Dios!”, exclamo asustado el capellán “¿Pero qué estás diciendo? Nosotros solo queremos comer las dos perdices que tu esposo ha capturado esta mañana”.
Pero la mujer interrumpió “¡Por San Martín! Aquí no tenemos perdices, ni ningún otro pájaro en casa. ¡Pero mira afuera y veras como afila el gran cuchillo!”.
“Ya lo veo”, tartamudeo el capellán, pálido como la cera. “Por mi honor creo que dices la verdad”.
Y apenas pronuncio estas palabras cuando ya había desaparecido de allí. La falsa mujer llamó a voz en grito a su esposo, diciéndole: “¡Escúchame! ¡Ven inmediatamente aquí!”.
“¡Por mil diablos! ¿Qué te sucede ahora?”, le dijo el marido.
“¿Que qué me sucede? ahora mismo lo sabrás. Echa inmediatamente a correr y persigue al capellán. Nos ha causado una perdida. “Se ha llevado las dos perdices las dos perdices asadas”.
El campesino, con gran ira en su corazón y el gran cuchillo en la mano, echó a correr detrás del capellán.¡No os escapéis!”, le grito el campesino al capellán, “aún están calientes y os las habéis llevado; dejadlas aquí mismo, en el suelo. ¡Esperad! ¿¡Sois un mal huésped si pensabas comerlas a solas!”.
El párroco miró atrás y vio al furioso campesino que, empuñando un enorme cuchillo, se estaba aproximando. Estaba convencido: había llegado su última hora. Pero siguió corriendo y detrás de él el campesino, por que deseaba recobrar sus perdices. El párroco llego finamente a su casa y cerró la puerta con llave y pasador.
“Y ahora dime cómo has conseguido desembarazarte de las perdices”
“Que Dios me ayude!”, respondió ella, “apenas me vio el párroco, ya me pregunto si no quería enseñarle los pájaros. Su deseo era verlos. Sin sospechar lo más mínimo, lo acompañe hasta el lugar donde los había ocultado. Inmediatamente extendió las manos, cogió las dos perdices y salio corriendo; yo no pude perseguirlo por que primero te lo tenía que decir a ti!.
“Es posible que estés diciendo la verdad”, respondió el campesino, “¡pero creo que lo mejor será olvidarnos del asusto!”.
De esta forma fueron engañados el párroco y el campesino que había capturado las dos perdices. Esta historia demuestra, una vez más, las mujeres han sido creadas para engañar. Convierten las verdades en mentiras y las mentiras en verdades.

(Cuento de Francia)
Hans-Jörg Uther, Relatos del comer y el beber

11 septiembre, 2006

Solo por Hoy


Navegando en la vida y en la red, uno se topa con una cantidad de cosas que a veces le son utiles y otras no, yo, declara adicta al internet, donde se encuentra de locos y de todo un poco, hace ya algún tiempo escuche hablar sobre el REIKI, despues una amiga de la red, me explicó más o menos que era la cosa, entre la curiosidad empecé a indagar sin muchos frutos, siempre algo interrupia mis lecturas, o no tenía tiempo suficiente, en fin, fue toda una Odisea, pero cuando las cosas deben llegar a uno, se hacen presentes de la manera que menos las esperamos, pues en vacaciones, (unas vacaciones no planificadas pero mis mejores vacaciones despúes de las de mis 14 años), donde a pesar de los momentos no deseados, el mes se pasó de maravilla, pues como comente anteriormente en uno de mis post, conocí uno de mis origenes, cumpli con esa tarea, conocí a muchas primas, que por cierto debiaron aparecer antes de que dejara las muñecas que nunca me gustaron por los carritos y la pelota de Basket, pero lo importante es que las conocí, en ese ir y venir, el REIKI tambien hizo su presencia en mi vida, mi tío, el que menos esperaba se dedicara a cuestiones del espiritu en la vida, pero como dijo Forest "la vida es una caja de bombones", nunca sabes de que esta relleno cada uno, ahora se esta iniciando en esto, y pues con él conocí un poco más de lo que es Reiki, realice algunos ejercios con él, pero aún no me inico en ello, todo fue muy informal pero me ayudo muchisimo. Reiki es más que una disiplina es algo que va más allá, el Reiki fue practicado por Jesucristo, y todos y cada uno de nosotros puede hacerlo, desprenderse de tantas cosas que nos atormentan, que nos hacen daño, a todo eso debemos estar dispuestos cuando queremos iniciarnos en el Reiki, la sanación no solo fisica sino espiritual, siendo esta ultima la más importante, a esto es lo que nos ayuda el Reiki, quien esta sano de espiritu sana facilmente sus heridas fisicas, que no son más que sufrimientos etéreos. Mikao Usui quien descubrió el reiki mediante un retiro espiritual a mediados del siglo XIX, dijo que ya el reiki se prácticaba desde hacia mucho tiempo, y al mismo le fueron revelados los siguientes principios:

  • Solo por hoy, no te enojes
  • Solo por hoy, no te preocupes
  • Solo por hoy, gana tu pan honradamente
  • Solo por hoy, siente gratitud por todos los vivientes ... ( es decir, por la vida)
  • Solo por hoy, Honra a tus padres y ancianos, a tus maestros y alumnos

Cinco principios fundamentales para la felicidad, cinco principios que me gustaria que quien entre a este blog, los prácticará SOLO POR HOY, estoy segura de que si lo hacen sentirán la diferencia de la vida, que rutinariamente llevamos y la que vivirán solo por hoy y por todos los días que práctiquen estos sencillos principios, complicados para nuestro ser.

Ay les dejo la tareita..... Solo Por Hoy

09 septiembre, 2006

La encuesta de Pomés

Siguiendo la invitación de Biscuter, quien escribe sobre gastronomía en el mundo maravilloso de los blog, me anime a responder la encuesta de Leopoldo Pomés, planteada en uno de sus más recientes post. Leopoldo Pomés gran fotogafro y escritor de libros referentes al arte de la gastronomía plantea en su libro "Comer es una Fiesta" la siguiente pregunta:

¿Cuáles son los diez platos, comidas o bebidas, dulces o salados, que te gustan más; aquello con que se te hace la boca agua. La hora de la verdad de lo que se ingiere, no importa el orden”.

En el mundo de mis glotonería y el arte del buen comer, no me queda más remedio que continuar la lista de mis 10 segundos platos, comidas o bebidas, dulces o saldados que con solo recordar me hacen agua la boca, pués los 10 primeros platos, comidas y bebidas estan publicados en Duelos y Quebrantos, donde tambien deje una ñapa de trés platos adicionales, lo que haría un total con la lista que publicaré a continuación de 23 platos, lo cual con coincide con mi edad, asi que cada uno va por un año de vida, y un año de enriquecimiento de mi memoria gustativa y olfativa ( las más importante cuando viajamos al pasado en el mundo de los sabores).


Bueno para continuar ahí les dejo la lista..


1.- Las tortas de afrecho y zanahoria que hacia mi papá cuando tenia 14 años, supuestamente para contrubuir con mi dieta :-)
2.- El atol de maicena Americana con concha de limón, que prepara mi mamá
3.- El pastel de Ocumo con Cachama..(preparado durante mi etapa de pasantías conjuntamente con Ricardo Oropeza)
4.- El pollo frito con Salsa Bechamell (solo el que prepara mi tía Leyda)
5.- Las polvorosas en diciembre de la Familia Martin Montosa (son lo maximo)
6.- Las crêpes rellenas con mermelada de parchita y bañadas en chocolate derretido Bucare
7.- El manjar de coco con coluli de Guayaba que prepara la Prof. Cuchi
8.- La tarta de Chocolate..(me mata)
9.- Mi torta de cumpleaños de mis 19...(creo, si mi memori no me falla ha sido la mejor), preparada por José Antonio Sosa
10.- El hervido dominguero que hace mi mamá


Con la boca hecha agua, les dejo este pedacito de mí..

07 septiembre, 2006

¿Cuántos saltan y cuantos descansan?


¿Cuántos son y cuántos saltan?... Los invito a visitar el siguiente link que me tope por casualidad en la red.. realmente bueno http://j-walkblog.com/blog/docs/platform.htm

04 septiembre, 2006

Un hombre solo en una casa Sola

Un hombre solo en una casa sola
No tiene deseos de encender el fuego
No tiene deseos de dormir o estar despierto
Un hombre solo en una casa enferma.

No tiene deseos de encender el fuego
Y no quiere oír más la palabra Futuro
El vaso de vino se ha marchitado como un magnolio
Y a él no le importa estar dormido o despierto.

La escarcha ha empañado las ventanas
Pero a él sólo le importa mirar la apagada chimenea
Sólo le gustaría tener una copa que le contara una vieja historia
A ese hombre solo en una casa sola.

Una historia como las que oía en su casa natal
Historias que no recuerda como no recuerda que aún está vivo
Ve sólo una copa vacía y una magnolia marchita
Un hombre solo en una casa enferma.


Jorge Teillier