Es la muerte que consuela, ay, y que hacer vivir;
es el objeto de la vida, y es la sola esperanza
que, como un elixir, nos eleva y nos embriaga,
y nos da el coraje para llegar a la noche;
a traves de la tempestad, y la nieve, y la escarcha,
es la claridad vibrante de nuestro horizonte negro;
es el albergue famoso inscrito en el libro,
donde se podra comer, y dormir, y sentarse;
es un angel que tiene en sus dedos magnéticos
el sueño y el don de los ensueños extáticos,
y que rehace el lecho de las gentes pobres y desnudas;
es la gloria de los dioses, es el granero mistíco,
es la bolsa del pobre y su patria antigua
es el portico abierto a los cielos desconocidos.
Charles Baudelaire.
24 julio, 2006
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3 comentarios:
Charles Baudelaire...me recordaste a un amigo...en fin
Que gusto pasar y toparse con textos que contribuyen. Y que el miedo se haga resignacion, mientras mis ganas respiren inmortales........
saludos
Agustin
Buenísimo esto...excelente
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