Tendría que acostumbrarme a la costumbre,
aquella que obliga y se disfraza de reposo.
Tendría que enmudecer mis ideas.
Tendría que declarar desierta mi voluntad,
tendría que bajar los brazos, atar sus manos.
Tendría que retroceder hasta mis otros pasos.
Pero mi voluntad y mi palabra son una.
No transo ni vendo respuestas falsas,
No entrego lo que es fiel a mí,
No renuncio a siglos de buenas intenciones.
No renuncio a ser.
Amanda
20 mayo, 2007
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5 comentarios:
Muy bueno mi amiga, precisamente de eso se trata, de mantenerse en pie y no renunciar nunca
Lo importante es ser uno mismo. Abrazos.
Hermoso, no renunciar a ser.
Escribir no es cuestión de gustar sino de respirar...
Un fuerte abrazo
muy hermoso me encanto
Hermoso posteo mujer! Lo copiaré en www.igooh.com.ar para compartirlo, te invito a leerte! Poxita
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