05 noviembre, 2006

Hambre

Yo sólo siento cierto gusto
por la tierra y el pedrusco.
Mi desayuno de aire quiero
de roca, carbon y de hierro.

Mi hambre pase por la pradera
mi hambre vuela.
Atrae la ponzoña jaranera
de la correjuela.

Los guijarros que se rompen,
las viejas piedras de iglesia,
cantos de viejos diluvios
por la pradera sembrados.

* * * * * * * * *

Bajo las hojas el lobro gritaba
escupiendo las hermosas plumas
de las aves comió en su cena.
Igual que él yo me consuma.

Las ensaladas, las frutas
soló esperan la cosecha
pero la arena del seto
sólo come violetas.

¡Que yo duerma! Y que yo hierva
en los altares de Salomón.
El caldo sobre el orín corre
y se aúna con el Cedrón.

Rimbaud

6 comentarios:

fgiucich dijo...

El hambre del poeta, más que hambre es hambruna. Abrazos.

Anónimo dijo...

El hambre

Madre antigua y atroz de la incestuosa guerra,
borrado sea tu nombre de la faz de la tierra.

Tú que arrojaste al círculo del horizonte abierto
la alta proa del viking, las lanzas del desierto.

En la Torre del Hambre de Ugolino de Pisa
tienes tu monumento y en la estrofa concisa

que nos deja entrever (sólo entrever) los días
últimos y en la sombra que cae las agonías.

Tú que de tus pinares haces que surja el lobo
y guiaste la mano de Jean Valjean al robo.

Una de tus imágenes es aquel silencioso
Dios que devora el orbe sin ira y sin reposo,

el tiempo. Hay otra diosa de tinieblas y de osambre;
su lecho es la vigilia y su pan es el hambre.

Tú que a Chatterton diste la muerte en la bohardilla
entre los falsos códices y la luna amarilla.

Tú que entre el nacimiento del hombre y su agonía
pides en la oración el pan de cada día.

Tú cuya lenta espada roe generaciones
y sobre los testuces lanzas los leones.

Madre antigua y atroz de la incestuosa guerra,
borrado sea tu nombre de la faz de la tierra.
Jorge Luis Borges

Anónimo dijo...

Excelente tema, una de las maravillas que alimenta la Imaginación. Aqui te dejo un poema, que lei hace varias tardes, no preciso el tiempo porque las tardes a las tardes son iguales. Júda León

Ana Isabel dijo...

Fgiucich: gracias por tu comentario!! siempre eres bienvenido.

Judá León: gracias por el poema, realmente no lo había leído, es grato tener tus letras de nuevo en mis comentarios. Estabas pérdido. A donde estabas?... Acaso en Praga o en tu sinagoga?..Saludos

Lety Ricardez dijo...

De hambres saciadas hablo, al leer el poema de Rimbaud y también el de tu amigo Judá León.

Te dejo mi abrazo Ana Isabel

Lycette Scott dijo...

Ma gustó maripocita...está bueno bueno